Dramas de mi adolescencia.

22 de marzo de 2011

Marguerite había desaparecido, al igual que todo lo demás…

A veces, allí en el cielo, los dos se tumbaban juntos. Pero no dormían. En la tierra decía Marguerite, cuando uno duerme, a veces sueña con el cielo y esos sueños ayudan a configurarlo. Pero ahora ya no había razón para tener esos sueños. En lugar de dormir, Eddie la agarraba por los hombros, le acariciaba el pelo e inspiraba lenta y profundamente. En un determinado momento pregunto a su mujer si Dios sabía que él estaba allí. 
Ella sonrió y dijo:

-Naturalmente-aunque Eddie admitía que parte de su vida la había pasado escondiéndose de Dios, y el resto del tiempo creyendo que pasaba inadvertido.
Estiro los brazos. Y por primera vez en el cielo, el inicio contacto. Se acerco a ella ignorando su pierna y olvidando todas las horribles cosas que había pensado en relación con el baile, la música y las bodas, pues se dio cuenta ahora de que eso era lo que en realidad pensaba sobre la soledad. Eddie le paso la mano por la cintura.
-¿Puedo preguntarte una cosa?-Dijo.
-Sí.
¿Cómo conseguiste tener el aspecto que tenias el día que me case contigo?
-Pensé que te gustaría así.
-¿Puedes cambiarlo?
-Al final yo no era tan guapa.
Eddie negro con la cabeza, tratándole de decir que eso no era cierto.
-¿Podrías?
Ella se quedo quieta un momento, luego volvió a alzar los brazos. El acordeonista toco las conocidas notas y cuando ella tarareo al oído de él, empezaron a moverse juntos, lentamente, como solo un marido y su mujer pueden hacerlo. Cuando Eddie echó la cabeza hacia atrás, ella tenía otra vez cuarenta y siete años, la red de arrugas en torno a los ojos, el pelo menos espeso, la piel más flácida por debajo de la barbilla. Marguerite sonrió y el sonrió, y ella fue para él tan hermosa como siempre y cerró los ojos y dijo por primera vez lo que había estado sintiendo desde el momento en que la volvió a ver:
-No quiero seguir. Quiero quedarme aquí.
Cuando abrió los ojos, sus brazos aun rodeaban la forma del cuerpo de ella, pero Marguerite había desaparecido, al igual que todo lo demás…"

2 comentarios:

Antes de cualquier cosa, prefiero un comentario. Por favor, no seas agresivo en mi mundo perfecto. En este lugar, puedo ser realmente yo misma. Leo y respondo. Gracias.