Dramas de mi adolescencia.

21 de agosto de 2010

Hilda Urquiza de Saenz, 80 años.


Esta carta tendría que habértela dado lunes, pero la prueba de Biología me complico todo.
Mucha emoción quizás no dé porque sabes que no soy muy expresiva.
Si empezamos por el principio, fuiste como mi propia madre, vos fuiste la que me crio, y me enseñaste a ser la persona que soy (aunque a veces te haga enojar y tengas razón), no digo que mama no haya estado, pero la desgracia de la familia al sacarnos a Roberto (papa), hizo que no pueda pasar casi nada de tiempo conmigo…Y también hizo un hueco en mi alma con respeto a querer a Dios con todo eso. Me explico mejor?.Desde chiquita, cuando la abuela también se fue por pena, mis dolores se sumaron y se guardaron en una cajita, de vez en cuando la abría. Pero siempre espere crecer y entender porque se fueron. Y todavía no se. La cuestión de todo esto fue que vos fuiste capaz de ser una madre y abuela. Me enseñaste tanto de la vida, aunque no te des cuenta. Sos una de esas personas que se cuentan en una sola mano. No sabes, no tenes idea de realmente cuanto te quiero. Cuanto te aprecio y más que nada, cuanto te admiro. Porque sos UNICA, de esa clase de personas que ya no hay, y tengo la suerte de tener. Gracias por eso, Gracias por seguir siendo parte de mi vida, siendo parte de mi adolescencia (que con esta sociedad de hoy, vos sabes, de lo que te cuento, que ser adolescente es muy difícil) y de lo que sigue mi vida.
No me alcanzan los minutos para decirte cuanto te amo

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