A las chicas nos enseñan muchas cosas mientras crecemos. Si un chico te golpea le gustas. Nunca intentes enmendar tus tropiezos y algún día conocerás a un chico maravilloso y tendrás tu propio final feliz. Cada película que vemos...Cada historia que nos cuentan, nos implora a esperar por eso. El tercer acto tiene un giro, la inesperada declaración de amor. La excepción a la regla. Pero a veces nos concentramos tanto en encontrar nuestro final feliz que no aprendemos a interpretar las señales. Como distinguir a quienes les gustamos de a aquellos a quienes no. Aquellos que se quedaran, aquellos que se irán. Y tal vez este final feliz no incluye un chico maravilloso, tal vez seas tú. Sola. Recogiendo las piezas y comenzando de nuevo. Liberándote a ti misma para algo mejor en el futuro. Tal vez el final feliz sea solo…continuar. O tal vez el final feliz es esto…saber que después de esperar esas llamadas y los corazones rotos, de todas las equivocaciones y las señales mal interpretadas, de todo el dolor y la vergüenza uno nunca, jamás debe perder la esperanza.
12 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Antes de cualquier cosa, prefiero un comentario. Por favor, no seas agresivo en mi mundo perfecto. En este lugar, puedo ser realmente yo misma. Leo y respondo. Gracias.