Miranda:-Miranda.
Fernando:-¡Admirable Miranda! ¡Lo máximo para admirar! Digna de los tesoros mas nobles del mundo.He contemplado con mis ojos mejores a muchas damas y sus voces armoniosas cautivaron mis oídos prestos; en muchas mujeres, admire cualidades, no siempre a pleno, pues algún defecto opacaba, siempre, sus virtudes, manchandolas.Pero tu... oh, tu...eres perfecta, te han formado con lo mejor de cada criatura.
Miranda:-No recuerdo a nadie que tenga mi sexo.
No recuerdo rostro de mujer, solo el que mi espero me refleja, ni he visto, entre los que llaman hombres, a nadie excepto a ti, buen amigo y a mi querido padre. No tengo la mas mínima idea de como son los demás. Pero, por mi pureza, que es la joya mas preciada de mi dote, no desearía en el mundo a otro hombre que no seas tu; tampoco la imaginación podría formar una figura que no fuera la tuya.
Fernando:-Escucha como habla mi corazón....Desde el momento mismo en que te vi, mi pecho voló para estar a tu servicio, de allí surge este esclavo que, por amor a ti, acepta a ser este sumiso leñador.Miranda:-Me amas?
Fernando:-Oh cielos! Oh tierras!.Sean testigos de mis palabras y coronen me con el éxito si soy sincero.Si no fuera así, que el infortunio sea la gloria que me destinaban. Te amo!, te honro y te idolatro mas allá de los limites del universo.
Miranda:-¡Debo estar loca si lloro por el placer que esto me causa!
Fernando:- ¿Por que lloras?
Miranda:-Por no ofrecerte lo que deseo darte. Y aceptar aquello que me mataría. Pero es una tontería; cuanto mas busco ocultarlo, mas se descubre mi afección.¡Retrocede, tímido disfraz!.Inspirame una ingenua, santa inocencia.
Seré tu esposa, si quieres casarte conmigo. De no ser asi, moriré virgen por tu amor. Puedes rechazarme como mujer, pero seré tu esclava, quieras o no.
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