Jamás un
trueno me había levantado como aquella noche a las 5 a.m. Supongo que algo
significaba. Mire el celular y un mensaje suyo basto para hacerme entenderlo
todo:
“No
puedo dormir, estoy pensando en vos”.
-“Maldición,
espero que no sea otro de mis sueños” dije
Y no lo
fue, pero parecía demasiado bueno en mi vida para ser cierto. En esa fría
y húmeda noche me dirigí a la escalera y seguí pensando en su mensaje
¿Por qué siempre lo hacía? Llamaba mi atención para luego serme indiferente. Todo me daba vueltas y perdida en el humo las cenizas seguían cayendo… ¿Iba por el cuarto cigarro? Estaba desequilibrada y mis dedos todos sucios. Estos momentos necesitaban música de fondo. E igual que en las películas un final, porque el desenlace está tardando y la historia empieza a aburrir. ¿Cuándo falta para que todo termine? Si es amor lo que tu corazón alumbra, por favor no dejes que el mío se extinga. De lo contrario, se que no tengo nada que hacer más que gastar mi tiempo disimulando mi vacío, aparentando estar viva.